Mindotown es el refugio de gente extraña. Santiago, quien, al modo de Burroughs, va en pos de la ayahuasca, querrá eludir su destino de artista; Roberto tratará, por su lado, de olvidar su matrimonio destrozado. Los dos se dejan seducir por el mundo feraz del subtrópico andino –en medio del Ecuador– que alberga la mayor diversidad de aves y mariposas del planeta. Ambos encuentran, a su manera, lo que no buscaron: una nueva forma de entender el mundo. Novela incisiva, veloz y muy actual.
El argumento de esta novela transcurre en la pequeña y turística ciudad de Mindo, poblado que cuenta con unos 2500 habitantes pero que su procedencia es diversa. Disfrutan del clima entre 15°C a 24°C y la vegetación de Mindo ubicada a 1250 metros de altura, nos da una primera idea de sus atractivos naturales. Sin embargo, Mindo es al mismo tiempo el paraíso de flora excepcional y un paraíso de consumo de todo tipo de divertimentos para el ocio. Con esa idea del paraíso permeando el paisaje en el que se mueven los personajes de la novela, Santiago Peña Bossano difuminará las fronteras entre ciudades, códigos eróticos y ciclos vitales. Mindotown es una novela que presenta dos voces narrativas, Santiago y Roberto. Con Santiago, personaje que mide su vida en gatos, estamos ante la presencia de la debilidad y el descuido. Alguien que pierde el autobús, pierde el equipaje, y termina auxiliado por Roberto, otro náufrago de la esperanza. Ambos conocerán a Narea, personaje femenino que emula a la tradicional musa de los poetas. La maldición de Nerea es ser hija de un poeta, ser bella y estar en un punto mediocre: “el no ser poeta ni estúpida”. La contraparte de esta musa es el personaje Tea, un travesti con unos senos enormes y una peluca azul. Hace de bartender en el bar 'El Fakir', este personaje es una especie de puerta giratoria que conecta a Mindo con el mundo más cosmopolita del entretenimiento. Se siente ese salto a un espacio universal donde trovadores, músicos y sobre todo poeta acceden por el simple hecho de saberse iguales frente a la pérdida. El personaje Santiago encuentra un final inesperado a esta fuga de la esperanza. Ninguna otra musa o aventura. Esta es la metáfora conclusiva de la pérdida de la esperanza.
